RESEÑA HISTÓRICA - NUESTRO FUNDADOR

    Nuestro Fundador El Dr. Dámaso Centeno
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    El Dr. Dámaso Centeno nació en Rosario de Santa Fe el 10 de Marzo de 1850. Fueron sus padres el Coronel don Dámaso Centeno y doña Cecilia Fernández. Siendo muy pequeño, después de la batalla de Cepeda, quedó huérfano de padre, conjuntamente con su hermana Petrona. Sus estudios universitarios los realizó en Buenos Aires, recibiéndose de Doctor en Jurisprudencia en 1878. tuvo una activa participación en la política, siendo diputado a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires desde 1877 a 1882 y diputado nacional por su provincia en tres períodos: 1882- 1884, 1886-1890 y 1890-1894, no cumpliendo la totalidad de su mandato por fallecer el 11 de Octubre de 1892, en Cosquín, provincia de Córdoba, República Argentina.

    Tuvo un sentimiento muy arraigado hacia las Fuerzas Armadas, cosa que puso de manifiesto en su actividad legislativa, periodística y a través de toda su vida. Figuró en los cuadros castrenses como Teniente Coronel de Guardias Nacionales y se le entregó el título de Cabo Honorario del Ejército Argentino, en agradecimiento a los servicios prestados a la Patria. También desempeñó honorariamente el cargo de secretario de la Legislación Argentina en París (Francia), en 1887. Debido a su versación y competencia redactó, en ese año, el Proyecto de Organización y Reglamentación del Cuerpo Diplomático Argentino, que fue aprobado y sancionado en la Cámara de Diputados de la Nación.

    Siempre preocupado por la niñez carenciada, creó una escuela en la ciudad de Córdoba, adonde había ido en busca de un paliativo pare su quebrantada salud. Este epistolario acusa un marcado sentido de la importancia que quiso darle a la enseñanza, la que estaba dirigida no sólo a los niños argentinos, sino también para los hijos de extranjeros.

    Así fue de ecuménica su concepción educativa. Pero la obra que habría de marcar su vida y pasar a la posteridad, fue en ocasión de reunir en casa de su madre, un 8 de abril de 1891, a un grupo de esposas de militares para construir el "Asilo de Huérfanos de Militares", tal vez como una forma de paliar en otros, el dolor y la amargura que él sufrió en su niñez, con la pérdida trágica de su padre.

    La muerte lo sorprendió muy tempranamente, siendo una pérdida dolorosa, no solamente para el Ejército Nacional del que fue un fervoroso defensor y entusiasta admirador de sus glorias, sino también para la sociedad argentina, de la que era un miembro conspicuo de ella.